Los años 20s representan
la época de oro del siglo XX,
influenciada principalmente por dos eventos trascendentales, el fin de la Primera Guerra Mundial y la emancipación
de la mujer.
En contraposición a la inevitable austeridad
que se vivió durante la guerra y después de ella, se opta por un estilo de
vida de lujos, excesos y grandes cambios sociales sobretodo para la mujer de la
época. La industrialización, las maquinas, y la producción en masa prometen la
prosperidad entre muchos luego de los duros
tiempos sufridos en Europa.
Nos referimos en este caso a la mujer
moderna de los años 20, quien identifica visualmente su emancipación a través
de la apariencia, adoptando un estilo más cómodo y andrógino. Para ubicarnos en
el tiempo en este aspecto en particular, no podríamos dejar de mencionar a una
de las grandes diseñadoras de la nueva moda, Coco Chanel.
Por primera vez, veremos a la mujer luciendo el pelo corto al estilo garcone, los vestidos sueltos de talle bajo, líneas rectas que no pretenden definir la cintura, las caderas o el pecho. Es un estilo funcional y autónomo, los vestidos empiezan a acortarse y su largo pasa del tobillo a la rodilla o poco más arriba y los pantalones, forman parte del vestir de la nueva mujer durante el día.
La sencillez y la comodidad durante la
actividad laboral, compensan con la extravagancia y la sofisticación de la
noche. Ha quedado en el taburete el vestido de algodón o el pantalón y en su
lugar, ésta nueva versión de mujer rebelde, o flapper, como se les llamaba entonces, viste de lentejuelas,
flecos, pieles, boas o capas. Con brazos y espalda descubiertos y escotes
pronunciados. Los accesorios podrían fácilmente incluir el bastón masculino o la
boquilla exageradamente larga para fumar ya que ahora, lo hacen en público. Turbantes o sombreros encasquetados, sin
faltar el maquillaje pronunciado en los ojos y en los labios, y por supuesto, las
suntuosas piezas de joyería que urgen de reinventarse para la nueva moda. Largos collares de perlas, gargantillas o
broches Art Deco. Los aretes largos geométricos son la norma,
estilizando y aportando el toque femenino a la nueva mujer de aire garcone. Los collares extremadamente
largos acentúan el escote, ya sea sobre el pecho o en la espalda.
Son
tiempos de Jazz y Charlestón.
La mujer se expresa libremente en todos sus ámbitos con soltura,
movilidad y poco recato. Se vive la opulencia, el placer pero sobretodo, se vive el Art Deco.
Iniciando apenas con estas primeras líneas, no puedo evitar percatarme
y compartir con el lector, que es precisamente ésta la época que más disfruto,
quizás por su impacto social, por lo que representa. No es por azar que siento
fascinación por Manhattan, ciudad que obtuvo su mayor esplendor en estos años
a pesar de la depresión del 29 y se engalana desde entonces orgullosamente por sus calles y avenidas principales, con la seductora magia de su arquitectura Art Deco.
De ésta época emanaron grandes cambios sociales, políticos, culturales y
definitvamente, un drástico giro en cuanto al estilo y al diseño, tema que realmente
es el que nos compete. Pero no podemos visualizar con claridad ni comprender
ningún periodo o estilo, si no hacemos un repaso a los eventos sociopolíticos y
culturales que marcaron las épocas ya que todo, absolutamente todo, se
encuentra entrelazado.
Las siguientes imágenes de la diseñadora Gabrielle Chanel (Coco Chanel),
muestran el giro tan drástico que surgió en apenas diez años, entre 1910 y
1920. Y no olvidemos, que apenas diez años antes, finales del siglo XIX, discutíamos
la era Victoriana. En las tres primeras imágenes,
Coco a sus 23 años, en 1910. En la cuarta imagen de 1920, podemos apreciar a la nueva mujer. Aquí vemos sin duda alguna, una
generación abierta a los cambios lo cual ilustra el estilo de vida, la
moda y el inevitable deseo de liberación y progreso de la mujer vanguardista.
Art Deco y Modernismo.
Del Art Deco no podemos hablar de un periodo sino de un estilo. Se ubica entre 1920 y 1940 sin embargo, empezó a decaer poco antes de la
Segunda Guerra Mundial. Aunque no fue el único en aquellos años, sí se
le considera el de mayor popularidad e influencia en todos los ámbitos y géneros del diseño y de las
artes, (Arquitectura, diseño industrial, diseño gráfico, artes visuales etc.) Un estilo controversial
que no terminaba por definirse dentro de las características aceptadas por el
movimiento modernista. Por tal motivo, el más polémico de todos.
Su impacto fue tal, que aun diez o quince años después, luego de haber decaído a consecuencia de
la nueva guerra (WWII) su influencia se
podía seguir respirándo durante los años 50. Se resistía a desaparecer y más tarde, tanto en los años 60s como
en los 80s, ocurrieron resurgimientos del Art Deco. Su funcionalidad,
versatilidad y vanguardismo, su poderosa influencia, marcó toda una época
dentro del modernismo, que transformó a la sociedad, la cultura y las tradiciones,
impulsado por supuesto por los eventos sociopolíticos de la época. Podríamos decir,
que su influencia sigue resurgiendo en los tiempos actuales donde el eclecticismo
recupera fuerza. Un estilo que sobrevive en el tiempo.
Su Controversia.
Debutó en 1925, durante la exposición de arte en el Museo de Artes Decorativas en Paris (de ahí, su nombre. Art-Deco). Dicha exposición, programada
para el primer decenio del siglo, debió posponerse a consecuencia del inicio de
la Primera Guerra Mundial y luego, la
crisis financiera de Wall Street.
Aunque no se diera a conocer oficialmente hasta 1925, es un movimiento
dentro del modernismo que venía gestándose desde inicios de siglo. Sin embargo,
el Art Deco como tal, no se aceptaba como un movimiento modernista, y no fue
hasta 1968 que se llegó a reconocer dentro del Modernismo, gracias al libro
publicado por Bevis Hillier “Art Deco of
the 20s and 30s”.
Dice Hillier en la década de los 60s, que el Art Deco fue un estilo en constante desarrollo,
con una fuerte continuidad en el tiempo.
El modernismo, se caracterizaba por ser un estilo definido donde la
forma derivaba de la función y cualquier exceso de ornamentación debía
evitarse. Por lo tanto, era imposible en aquel entonces considerar el Art Deco como
parte del movimiento modernista. Se resistía a ser reconocido dentro de lo que
se entendía como Modernismo.
Tratándose entonces, de un movimiento con enormes variables, difícil de
definir, Bevis Hillier y Stephen
Escritt en su publicación Art Deco Style,
lanzan la siguiente pregunta, “Art Deco: ¿Un estilo total?”
Ésta es su respuesta:
"Un libro acerca de un estilo, debería empezar con una definición. Desafortunadamente, las definiciones sobre Art Deco tienden a ser demasiado simplistas o desconcertantemente complejas" … "El Art Deco nunca tuvo un conjunto de reglas que sirvan como un banco de marcas para su interpretación, así es que de muchas maneras, la mejor ruta para definir es a través de ejemplos".
Ésta es su respuesta:
"Un libro acerca de un estilo, debería empezar con una definición. Desafortunadamente, las definiciones sobre Art Deco tienden a ser demasiado simplistas o desconcertantemente complejas" … "El Art Deco nunca tuvo un conjunto de reglas que sirvan como un banco de marcas para su interpretación, así es que de muchas maneras, la mejor ruta para definir es a través de ejemplos".
A diferencia de muchos otros movimientos y estilos, que nacen de ideas
políticas o filosóficas, el Art Deco se caracteriza por ser un estilo puramente
decorativo, al punto de considerarse un estilo burgués. Es opulento,
majestuoso, una reacción en contra de la austeridad consecuencia de la Primera
Guerra Mundial en Europa, y la crisis financiera en Estados Unidos. Dicha
opulencia se traduce no solo al diseño pero también al estilo de vida. Era
sinónimo de progreso, elegancia y placer.
Inicia como un movimiento principalmente en la arquitectura, inspirado
en el estilo racionalista del Bauhaus, en la revolución Industrial, el cubismo y
en la era de las máquinas. En este aspecto, gracias a la utilización de la
maquinaria, destaca la manufactura de productos en masa, más funcionales y
económicos que los que le precedieron. Novedosos materiales se implementan como el
metal, el vidrio y el plástico. Se considera un estilo futurista y ecléctico (cuenta
con identidad propia fiel a su época). De diseño universal ya que mantiene
una estrecha conexión entre el idealismo clásico y el modernismo.
En la arquitectura se integran los bajos relieves, destacan las líneas aerodinámicas,
el color, las formas y patrones
geométricos. Es la era de los rascacielos. Como he dicho antes, la ciudad de
Manhattan es un excelente ejemplo de la influencia de su estilo, y buena
muestra de su espíritu desafiador y controversial es la construcción del Empire
Estate Building en el 31, durante la peor crisis económica de la época, la
depresión de los años 30s.
Existen dos ramas estéticas en el Art Deco, el Zigzag durante los años 20s, mayormente en Europa y el Stream Line, en la década de los 30s. El primero se refiere a
líneas rectas entrelazadas, triángulos que se traslapan, y figuras geométricas
en movimiento. En esta primera tendencia, se recurre al revival impulsado por
los grandes hallazgos arqueológicos de la época, principalmente en Egipto. La
segunda etapa, mayormente explotada en Estados Unidos, el Stream Line, representa la idea de recuperación de la crisis
financiera del 29. Se recurre a la figura humana ya fuera inspirada en la mitología
grecorromana o, hombres vigorosos y desnudos que personifican la fuerza y el
progreso controlando máquinas de diversa índole. Murales policromados y líneas
curvas aerodinámicas en movimiento decoran las fachadas de los edificios.
“Radio and Television Encompassing The Earth” Este mural se encuentra en el túnel que une los edificios del Rockefeller Center en N.Y. |
Radio City Music Hall. New York |
No tardaron en seguirle al movimiento
todas las demás artes, gráficas, visuales, la ingeniería, el diseño de
interiores, el diseño industrial y por supuesto, la joyería.
Tamara Lempicka "Adan y Eva" Vendido en Subasta por $8.000.000.00 Colección Privada |
Demeter Chiparus |
La Joyería en Tiempos del Art Deco.
EL Art Deco en la joyería, se ve influenciado por el Arts and Crafts, el
Jungendstil, y prácticamente un sinfín de estilos universales (revival)
islámico, oriental, egipcio, hindú, pre-hispano y otros. Por lo que
se considera un estilo evolutivo y universal que se caracteriza por su
simetría, la línea recta o curva, la figura geométrica y su sobriedad. Es quizás su simetría, lo que convierte las piezas de joyería Art Deco, en objetos exquisitamente
impecables.
Los inicios de los años 20s, implican para la industria de la joyería
una serie de innovaciones que cambiaron la manera de diseñar y producir. Se
inventan nuevas formas de cortes facetados para gemas preciosas, como el trapecio, las medias lunas,
los kites, y los triángulos entre muchos otros cortes. Se logra así mayor versatilidad
en el diseño de las joyas permitiendo
crear engastes en forma de mosaicos y variados patrones geométricos, ya fuera con
diamantes o en combinación con otras
piedras de color para crear contraste. Nacen nuevas técnicas de engaste y Van
Cleef & Arpels innova con el engaste invisible.
Broche con diamantes y rubies en engaste invisible. Van Cleef and Arpels |
Nuevos cortes de piedras facetadas. |
Continúa el uso del platino del período
Edwardian y los diseños monocromáticos. Su utilización más usual en broches,
clips, brazaletes y aretes. El oro
blanco será una opción en piezas menos suntuosas.
Es en esta época que inicia la producción de
perlas cultivadas, de menor costo que las naturales y más abundantes en el
mercado. Su uso es apropiado tanto para el día como para la noche.
Los diseños de joyería convertible son la
novedad, broches en par que pueden unirse en una sola pieza, o dividirlo en dos
partes idénticas para utilizar a ambos lados del traje, dijes que cuelgan de un
corto o largo collar, y pueden desprenderse para utilizarse como broche. Aretes
también convertibles en broches. Como vemos, el broche es una pieza fundamental
para la época.
Cartier. Broche convertible |
Propiedad de Speidel & Ungar |
Propiedad de Speidel & Ungar |
Propiedad de Speidel & Ungar |
Sin duda, alguna Van Cleef & Arpels y Cartier son los nombres más reconocidos en la joyería Art Deco, donde el primero, explota con
más intensidad los diseños de revival egipcios, luego de descubrirse en
1922 la tumba de Tutankhamen.
Los anillos eran masivos y más grandes que
en los periodos anteriores, generalmente con una piedra central, facetada o
cabuchón, rodeada por otras gemas o diamantes. Los aros delgados, engastados a todo su
alrededor ya fuera en diamantes, esmeraldas, rubíes o zafiros, se usaban varios juntos a la vez. Cartier, fue el mayor propulsor de este diseño.
A los tantos nombres de casas de joyería reconocidas
en Francia, además de los ya mencionados, podríamos agregar
a Boucheron, Chaumet, Lacloche, Fouquete, Freres etc. Y en Estados Unidos,
Tiffany & Co. el de más renombre. Cuando piezas importantes, de cualquiera
de estas firmas, se ofrecen en subastas hoy en día, no es inusual que alcancen
precios de cinco y hasta seis cifras.
Brazalete.
Diseñador Rubel Freres. Francia1925.
Casa de
Subastas Christie’s N.Y. Vendido en el 2001 por US$336,000
|
Siendo un estilo que
se propagó por varios puntos del mundo, propio
de la época y universal a su vez, la variedad en estilos es muy extensa. Generalmente,
lo que mejor reconocemos como Art Deco en la joyería, son piezas monocromáticas
con alguna piedra de color en ocasiones, logrando el sutil contraste con
esmeraldas, zafiros o rubíes. Pero la
influencia del revival egipcio, oriental,
persa, o de la India permite el diseño de joyas coloridas en las que es
común el uso del lápiz lasuli, el coral, la jadeíta, el ónix o agata negra y el
esmalte, entre otros. Los brazaletes anchos, podrían contener diseños con
variadas piedras preciosas y esmaltes, representando una historia egipcia por
ejemplo. O, los brazaletes muy delgados que se usarían en grupos de varios,
causando un sonido agradable con el movimiento del brazo al chocar uno contra otro.
Otra variedad en la joyería Art Deco, que no entraremos a analizar aquí, son las joyas en plástico y vidrio, muy común del diseño Art Deco y una novedad en aquel entonces la cual también, continuó en los años que le siguieron.
Debemos tomar en cuenta que el Art Deco es
un estilo evolutivo. En los Estados Unidos a diferencia de Europa, durante su
primera década, (1920s) los diseños eran más sutiles y menos extravagantes. Sin
embargo, a pesar de la depresión de los 30s, en ésta segunda etapa, la joyería
se vuelve más grande y opulenta, más costosa en su valor y las damas de la época continúan adquiriendo estas
piezas como símbolo de estatus y riqueza. Por otra parte, ante la caída de Wall
Street, las joyas, metales y piedras preciosas, se convierten en un commodity que aporta seguridad económica
y una inversión segura. Ante las crisis financieras y/o políticas, que en la historia han afectado al mundo y aun hoy, la adquisición de metales preciosos y gemas siempre se ha considerado una excelente opción.
No cabe duda, que a pesar de la controversia
que causo durante sus inicios, el Art Deco continúa siendo un estilo aceptado y
apetecido, quizás por su sobriedad, su elegancia y su impecable diseño. Y para
muchos, porque representa un giro casi filosófico en la historia de una
sociedad emergente y del diseño como tal.
Su legado perdura hasta el día presente resurgiendo cada tanto y resistiéndose a desaparecer.